jueves, 24 de abril de 2008

La noche es de Patti.


Era hipnotizante. Tendríais que haberlo visto. Patti Smith llenaba ella sola la Casa de Correos, en la misma Puerta del Sol. La voz, profunda, comenzaba con un sortilegio: Perfect moon, I'm yours, Perfect moon (Luna perfecta, soy tuya, Luna perfecta), resonaba en la sala.
La cabellera greñosa, chaqueta negra y camisa blanca. Desgarbada como siempre. Ahí estaba ella, el icono punk de los sesenta. Qué más daba que hubiese llegado 20 minutos tarde.
Con el primer tema, Wing, se metió a los más de 700 asistentes en el bolsillo. I was a wing in heaven blue, soared over the ocean, soared over Spain, and I was free, needed nobody, it was beautiful (Era un ala en el azul celeste, volé sobre el océano, volé sobre España, y era libre, no necesitaba a nadie, era precioso). Ovación cerrada. Gente en pie para aplaudirla. Jackson, el guitarrista, sonreía orgulloso. "Mi hijo Jackson", saludaba mamá Patti, antes de enfilar un tema de Allen Ginsberg, gurú de la Beat Generation.



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